Capitel nazarí (Sánchez Sarabia) |
La muestra, presentada en la sede madrileña de la Real Academia, bajo el título 'El legado de al-Ándalus' y organizada con la colaboración de la Fundación Mapfre, reúne un conjunto excepcional de dibujos, planos, grabados y otros trabajos llevados a cabo por sendos grupos de dibujantes y arquitectos que se desplazaron a Granada y Córdoba para copiar dibujos y piezas artísticas que se encontraban en trance de desaparición o, al menos, de sufrir un severo deterioro.
Mi amigo y compañero del Ramiro de Maeztu, Antonio Almagro Gorbea, académico de número y notable experto en arquitectura y artes islámicas, ha sido el comisario de una exposición que presenta el valor añadido de mostrar al público una serie de valiosísimas piezas, ocultas, habitualmente, a los ojos de la mayoría por tratarse de elementos de suma fragilidad, cuyo alto riesgo de deterioro debe ser objeto de permanente vigilancia.
Los dos principales monumentos sobre los que gira este evento de la Real Academia son la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba, pero en este artículo nos centraremos en los dibujos y planos del palacio nazarí, dejando para otra ocasión las piezas dedicadas al gran templo de orillas del Guadalquivir.
Fue en 1760 cuando el pintor granadino Diego Sánchez Sarabia recibió el encargo de copiar las pinturas de la Alhambra, tarea que pronto se amplió a otros aspectos artísticos y ornamentales del conjunto arquitectónico, con el fin, ya mencionado antes, de prevenir su posible desaparición.
Posteriormente, tras ser cuestionada la exactitud de un buen número de las primeras reproducciones documentadas, la Academia decide encargar a tres reputados arquitectos, José de Hermosilla, Juan de Villanueva y Juan Pedro Arnal, la realización de un profundo estudio arquitectónico de la Alhambra, que tuvo como resultado un fabuloso conjunto de planos y dibujos, de gran valor histórico y artístico.
Plano de la Alhambra (Hermosilla) |
Mirador de Lindaraja (Gándara) |
No es pasión provocada por mi amistad con Antonio, sino justa valoración de la cuidadosa y perfeccionista labor llevada a cabo para presentar una exposición única y diferente, capaz de acercar a todos las maravillas de una Alhambra de Granada, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco en 1984, y que nunca nos cansaremos de disfrutar como lo que es: uno de los más importantes monumentos árabes del mundo.
Y, para quien se pierda la exposición, aquí están los enlaces a los catálogos elaborados por Antonio Almagro: Antigüedades Árabes y Monumentos Árabes. Dos viajes en el tiempo que nos permiten sumergirnos en momentos diversos de una historia que la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando se esfuerza en recuperar para todos desde hace casi tres siglos.
Oratorio del Partal (Contreras) |
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