Li Galli |
Si las sirenas que en la antigüedad habitaban en el pequeño archipiélago de Li Galli volvieran a su viejo hogar, seguirían disfrutando de una de las costas más bonitas del planeta, de su mar azul, su clima templado y su cielo siempre limpio y luminoso.
Frente a ellas, Positano, una de las joyas de la Costa Amalfitana, sigue escalando con sus pequeñas casas por las escarpadas rocas que parecen haber sido colgadas sobre su pequeña bahía por algún cíclope soñador y solitario, de gustos refinados.
Pocos pueblos en el mundo presentan una panorámica tan pintoresca y, a la vez, rebosante de esa delicada clase que solo poseen quienes disfrutan de la eterna bendición de los dioses.
Positano |
Il San Pietro |
Positano es un pueblo vertical, audaz y sosegado, a un tiempo. Tiene infinidad de hoteles, pensiones y casas de huéspedes, aunque sus dos grandes son, sin duda, Le Sirenuse y el San Pietro. Cualquiera de ellos, con su estilo elegante y displicentemente desenfadado, será motivo de una experiencia extraordinaria.
Todo en ellos es bueno (menos el precio, desde luego), pero, tal vez, en ambos casos, lo mejor sean sus vistas, una más próxima (Le Sirenuse) y otra un poco más lejana (San Pietro). Tampoco están mal como restaurantes o para tomar una copa en sus magníficas terrazas a la caída de la tarde.
Algo más lejos, a unos cuantos kilómetros de Positano, siguiendo la carretera que va a Amalfi, nos encontramos con el que es mi hotel favorito en la Costa Amalfitana: Casa Angelina.
La realidad de este hotel, situado junto al pequeño pueblo de Praiano, es difícil de describir. Literalmente colgado de las rocas, sobre el azul más intenso que podamos imaginar, sus grandes terrazas e inmensos ventanales hacen de la costa el mayor espectáculo visual que podamos pensar. Un hotel blanco, de acceso casi imposible, que nos transporta hasta nuestros sueños más lejanos y nos deja instalado en ellos hasta que el implacable dolor del regreso nos devuelve al mundo terrenal, alejándonos de la etérea morada de los dioses en la que nos hemos alojado mientras duró nuestra efímera condición de ninfas y titanes alados.
Limones en Praiano |
La otra gran ventaja de Casa Angelina es su estratégica situación, casi equidistante de Amalfi y Ravello, al este, y Positano, al oeste. Y, como toda la Costa Amalfitana, con los ojos puestos en el mar y en el sur.
Praiano |
Los amantes del senderismo tienen aquí una de las mejores opciones de todo el sur de Italia. Me refiero al mundialmente célebre Sendero de los Dioses, un camino con vistas espectaculares que discurre entre Praiano y Positano, abriéndose paso entre riscos y barrancos, que nos ofrece una nueva perspectiva escénica de esta maravillosa costa.
Positano desde Casa Angelina |
En cualquiera de ellos comeremos bien, en ese ambiente agradable y relajado, tan frecuente en el pueblo favorito de las antiguas sirenas.
Después de la cena... o como aperitivo, es imprescindible tomarse un Albertissimo en el pequeño kiosco azul de L'Alternativa, junto al muelle. Toda una experiencia única y, en verdad, diferente.
El mar de Positano |
Y, para descansar del ajetreo de las compras, nada mejor que un rato de relax en los jardines del Palazzo Murat, un verdadero jardín botánico en pleno centro de esta villa marinera de Campania, cuya catarata de casas rosas, blancas y ocres se ofrece, eterna, frente al mar, ante los siempre asombrados ojos de las sirenas.
Gracias Paco, proximamente el 11 de Septiembre pargo con mi esposo y mis cunados en viaje a Europa de un mes, pasaremos pof la Costa Amalfitana, y felices del dato de las sandalias hechas a mano, por supuesto q lo haremos con mi cunada!,,,
ResponderEliminarAdoro leer Post mi hija Pamela tiene:la brujula viajera, y tb escribe maravilloso, velo te encantara.
Atte Rosemary