Todos hemos admirado la sorprendente y muy particular belleza de esta obra que, sin duda, se cuenta entre las más conocidas de Van Gogh.
Lo que puede que alguno desconozca es que, en realidad, no se trata de un cuadro, sino de tres. Durante su estancia en la famosa 'Casa Amarilla' del número 2 de la plaza Lamartine de Arlés (sin acento, en francés), el genio holandés pintó tres versiones distintas de su habitación, entre 1888 y 1889, si bien la última de ellas en un formato un poco más pequeño. Cada una está en un museo diferente: la primera en el Museo Van Gogh de Amsterdam, la segunda en el Art Institute de Chicago y la tercera en el Museo de Orsay en París.
Primera versión, 1888 (Museo Van Gogh, Amsterdam) |
Las tres son muy parecidas, teniendo como principal diferencia entre ellas los retratos reproducidos en los pequeños cuadros que cuelgan en la pared de la derecha, sobre la cama.
Segunda versión, 1889 (Art Institute, Chicago) |
La 'Casa Amarilla' ya no existe. Fue destruida por un bombardeo aliado durante la II Guerra Mundial. Pero la plaza está en su sitio y merece la pena visitarla y pasear por donde Vincent y su amigo Gauguin lo hicieran durante el tiempo que compartieron en la histórica ciudad del Ródano. Y ya que mencionamos el río, hay que recordar que durante una inundación resultó dañado el primero de los tres. Por fortuna, no se destruyó del todo y hoy podemos seguir disfrutando de él.
Tercera versión, 1889 (Museo de Orsay, París) |
De Arlés ya hemos hablado en otras ocasiones, por lo que no es preciso volver a reiterar sus muchas virtudes. Sin ninguna duda, una de ellas es poder rememorar los cuadros de Van Gogh (no solo los de su habitación) en los mismos lugares donde fueron pintados. La plaza Lamartine, por ejemplo, sigue siendo evocadora, incluso con la ausencia de la 'Casa Amarilla'.
En febrero de 2016, el Art Institute de Chicago ha conseguido reunir, por primera vez, las tres versiones que pintó Van Gogh de su célebre dormitorio. Esta circunstancia ya es motivo suficiente para justificar un viaje a la gran ciudad del lago Michigan (que tiene otros muchos atractivos, desde luego), pero se ha producido otro hecho, aún más singular.
La agencia de publicidad Leo Burnett Chicago ha recreado la habitación y es posible dormir en ella por el módico precio de 10 US $ (9 €). Se puede alquilar por Airbnb y, en mi opinión, es una idea excelente. Y no solo es buena la idea, sino que ha sido ejecutada con una perfección y un realismo que, con toda seguridad, harán sentir a quien tenga la suerte de pasar en ella una noche que ha viajado en el espacio y en el tiempo para convertirse en huésped del mismísimo artista.
El dormitorio recreado por Leo Burnett Chicago y alquilado por Airbnb |
Sería bonito que la ciudad de Arlés continuase la iniciativa, buscando un lugar en la plaza Lamartine para situar esta extraordinaria réplica y mantenerla de forma permanente. Tengo la seguridad que, si lo hiciese, su gran atractivo turístico se vería multiplicado. Somos muchos los admiradores de Van Gogh, capaces de cualquier excentricidad por acercarnos al recuerdo de su obra y, a ser posible, en su ubicación original.
Yo ya estoy deseando dormir en esa pequeña habitación de Arlés.
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