El lagarto de las plumas de oro (tapiz) |
El Museu d'Art Contemporani d'Eivissa acaba de albergar una bonita exposición de Joan Miró que, realmente ha merecido la pena visitar.
Está situado en pleno Dalt Vila, junto a la muralla y muy cerca de la Plaça de Vila, verdadero centro de la vida nocturna de la vieja ciudad amurallada, en la que se concentra una buena parte de su excelente oferta gastronómica. La Plaza y La Oliva son mis dos favoritos, pero hay bastantes más, muchos de ellos son una opción interesante.
El edificio nuevo del museo |
Dos son los edificios que conforman el museo. El edificio antiguo es una muy vieja construcción militar que data, originalmente, del siglo XVI y que está adosada a la muralla y semienterrada en un terraplén del baluarte de San Juan. El moderno, diseñado por Víctor Beltrán Roca, es de un blanco impoluto y forma una bien resuelta combinación con el edificio original que, inaugurado en 1964, es, sin duda, uno de los museos de arte contemporáneo más antiguos de España.
El nuevo espacio fue inaugurado en 2012 y durante su edificación, se descubrieron restos arqueológicos de gran valor que hoy podemos contemplar bajo el suelo del sótano.
Pocos visitantes tiene, por desgracia, este atractivo espacio cultural, como también son escasos los del bien instalado museo que se encuentra junto al yacimiento de la necrópolis púnica y romana del Puig des Molins, en el que se conserva el busto de la diosa Tanit, verdadero símbolo de la Ibiza antigua, que a mí siempre me ha parecido de una especial y singular belleza.
Pájaro frente al horizonte (1976) |
La exposición de Miró ha permanecido durante cuatro meses en el museo y en ella hemos podido disfrutar de cuarenta obras, trece de ellas inéditas. Un auténtico lujo.
Mujeres, astros y pájaros (como es habitual en Miró) son los temas centrales de un total de veinticinco pinturas, un tapiz y catorce esculturas de bronce que, bajo el sugerente título de 'La luz de la noche', han iluminado la oferta cultural de una ciudad cuyos muy numerosos visitantes no suelen destacar por su interés en las artes plásticas, pese a ser Ibiza tierra de artistas y poderoso imán para quienes aman la belleza y cualquier disciplina artística.
Miró, tan vinculado a Mallorca durante toda su vida y gran parte de su obra, realizó tres viajes a Ibiza, tal como se recoge en el catálogo de una exposición que ya es histórica, pues es la primera vez que la isla presenta, formalmente, una muestra del gran artista surrealista nacido en Barcelona y fallecido en Palma de Mallorca, a los noventa años, tras dejar una extensa, extraordinaria y muy diversa obra, aclamada internacionalmente.
Interior del edificio antiguo del museo |
Tras Miró, no hay que dejar de recorrer la otra muestra, la permanente del museo, bien expuesta y encuadrada en el edificio original, que cuenta con un par de ventanas abovedadas, las cuales nos brindan una perspectiva diferente de la muralla y las blancas casas que la flanquean.
Y, finalizada la visita, es imprescindible dar un paseo reposado, sin prisa, por sus alrededores, impresionantes como siempre, pero que ahora cuentan con el valor añadido de haber acogido a un invitado tan ilustre como Joan Miró, cuyo arte ilumina no ya la noche, sino todo el inmortal espíritu de Ibiza.
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