Madrid no es una ciudad famosa por su afición al dulce y, sin embargo, están bien arraigadas entre sus tradiciones seculares muchas especialidades vinculadas con épocas o festividades determinadas.
Desde los olvidados azucarillos hasta los roscones, pasando por rosquillas, buñuelos, churros, huesos de santo y torrijas, por ejemplo, están unidos, por tiempo inmemorial, a la vida cotidiana de los madrileños.
Y todavía quedan veteranos obradores y magníficas pastelerías y confiterías, con mucha historia a sus espaldas, que conviene recordar antes de que pasen a engrosar la interminable lista de desaparecidos (y olvidados) que ya es demasiado larga para una capital que mantiene un combate permanente entre futuro y tradición.
Haré mención aquí solo de algunas de las más notables, basándome, como es lógico, tanto en mis afinidades personales como en los méritos objetivos que, sin duda, todas tienen.
28004 Madrid
Teléfono: 91 308 02 31
Metro: Alonso Martínez, Tribunal y Chueca
La Duquesita |
Fundada en 1914, se define a sí misma como confitería y repostería y presume de seguir elaborando sus productos con los mismos métodos artesanales de sus comienzos.
Bombones, chocolates y turrones, por un lado y dulces navideños o pastas de té, por otro, son de excelente calidad y muy cuidada presentación. Su bollería es muy buena, entre la que destacan los suizos, un bollo muy popular hace años, que ahora se ha convertido casi en un desconocido para las nuevas generaciones.
Y si lo que ofrecen sus hornos es bueno, mejor aún es el entorno, ya que el local es muy bonito y perfectamente conservado en su estado original. Una de esas viejas confiterías madrileñas en grave peligro de extinción.
Mamá Framboise (cerrado)
Fernando VI, 23
28004 Madrid
Teléfono: 91 391 43 64
Metro: Alonso Martínez, Tribunal y Chueca
En la misma calle y a muy poca distancia de La Duquesita, se encuentra este nuevo local que desde su inauguración está teniendo un gran éxito como pastelería y también como salón de té y cafetería.
Mamá Framboise |
Es un lugar que mezcla un ambiente moderno y desenfadado, muy bien encajado en el estilo de la zona, con una oferta de repostería tradicional y de gran calidad, pero que tampoco renuncia a ese toque contemporáneo, con cierto toque afrancesado, que garantiza una gran aceptación entre todo tipo de público (con mayoría femenina).
Las mesas grandes se comparten, tal como sucede en otros sitios de moda, y, por si todo lo anterior fuera poco, sus precios son más que razonables, lo que explica las frecuentes colas que vemos en la puerta para encontrar sitio en las horas de mayor afluencia.
Mayor, 10
28013 Madrid
Teléfono: 91 366 44 82
Metro: Sol
Mi tío Carlos decía que las mejores torrijas de Madrid eran las que hacían en esta antiquísima confitería, fundada en 1855 por Dámaso de la Maza, pastelero personal de la reina María Cristina.
El Riojano |
Es probable que mi tío tuviera razón, pero creo que se quedaba corto. Él, de pequeño, vivía cerca del mercado de San Miguel y su padre, un conocido médico de la época, era asiduo cliente de El Riojano, así que conocía bien esta extraordinaria reliquia del Madrid del siglo XIX.
El local, en sí mismo, es una joya situada a pocos pasos de la Plaza Mayor y todo lo que allí se elabora y vende es de una calidad infrecuente en los asépticos tiempos que vivimos.
Al fondo, un salón de té, en el que se pueden degustar todas las exquisiteces de la confitería, completa una oferta extraordinaria, imbatible en el Madrid de nuestros días... y, tal vez, incluso, en el de María Cristina.
Villanueva, 14
28001 Madrid
Teléfono: 91 435 74 54
Metro: Colón, Serrano y Retiro
Esta bombonería, una de las más famosas y antiguas de Madrid, abrió su primera tienda en la Puerta del Sol, en el año 1852. Su emplazamiento actual, junto a Serrano, data de finales de los años 60 del pasado siglo.
Sus pajaritas de chocolate son inconfundibles, pero no lo son menos sus cajas surtidas de caramelos que, como casi todo lo que podemos encontrar en este magnífico establecimiento familiar, se siguen vendiendo con sus envoltorios originales, de una belleza excepcional.
Sin duda, el hecho de que siga regentada por la misma familia que fundó hace posible que, más de siglo y medio después, La Pajarita siga conservando intacto el espíritu de sus fundadores, Vicente Hijós y su mujer, Lorenza Aznárez.
La tradición dice que tanto el nombre como la forma de sus famosos chocolates tienen su origen en las pajaritas de papel que Miguel de Unamuno, conocido de los fundadores, solía hacer mientras charlaba con sus amigos.
La Violeta |
Plaza de Canalejas, 6
28014 Madrid
Teléfono: 91 522 55 22
Metro: Sol y Sevilla
No muy lejos de la tienda original de La Pajarita, nació esta otra confitería, creada por Mariano Gil en 1915, con un nombre que no deja dudas de su especialidad: dulces con aroma de esencia de violetas.
Desde su inauguración gozó de gran fama y su éxito dura hasta nuestros días.
Aparte de los bien conocidos caramelos de violeta, ofrece muchos otros dulces originales, como las violetas confitadas, los troncos de chocolate o el famoso chocolate del músico (con nueces y pasas).
A mí me gustan la mermelada, la miel y el té de violeta, que también se cuentan entre sus tradicionales especialidades.
Es bien conocido, por otra parte, que Alfonso XIII fue uno de sus clientes habituales, así que no cabe duda de que tanto la reina Victoria Eugenia como Carmen Ruiz de Moragas disfrutaron de las dulces violetas de Mariano Gil.
Carrera de San Jerónimo, 30
28014 Madrid
Teléfono: 91 429 67 96
Metro: Sol y Sevilla
Me cuesta trabajo incluir a Casa Mira en esta selección, y no porque no sea destacable, sino porque es tan conocida y famosa que parece ocioso mencionarla. Sin embargo, es imposible hablar de dulces en Madrid y pasar por alto un lugar como este.
La leyenda cuenta que Luis Mira, maestro artesano turronero en Jijona desde 1842, emprendió viaje hacia Madrid en 1855 con un carro cargado de turrón. Un viaje que tuvo que reiniciar hasta cuatro veces porque antes de llegar a Albacete ya lo había vendido todo...
Casa Mira |
La fama de su turrón permanece inalterable hasta hoy y así lo atestiguan las grandes colas que, con la llegada de las fiestas navideñas, se forman frente a la puerta de su bonita tienda, toda recubierta de madera de caoba y espejos, que dan marco a todo tipo de dulces (hay mucho más que turrón), de aspecto tan notable como lo es su bien ganada reputación de "mejor turrón de España".
Los "Hijos Sucesores de Luis Mira" (que es el nombre completo que figura sobre la puerta) tienen a gala el hecho de que la tienda se mantiene igual tras sus más de ciento cincuenta años de vida, lo mismo que sus métodos artesanales de fabricación. Un dulce lujo del que bien puede enorgullecerse la villa de Madrid.
Pozo, 8
28012 Madrid
Teléfono: 91 522 38 94
Metro: Sol
Puede que sea la más antigua de Madrid. Abierta en 1830, mantiene toda su autenticidad original. Nada parece haber cambiado en ella, a pesar de que ya va camino de cumplir su segundo siglo de vida.
Todo es sencillo aquí, al menos exteriormente, ya que la calidad de lo que sale de sus hornos nadie puede discutirla.
Las planchas de hojaldre y los roscones son los verdaderos protagonistas de la pequeña calle del Pozo, justo en la parte trasera de L'Hardy, el veterano y magnífico restaurante de la Carrera de San Jerónimo.
Antigua Pastelería del Pozo |
Los roscones no tienen nunca relleno ni frutas escarchadas y solo se elaboran en dos tamaños, lo que no impide (o, quizás, contribuye a ello) que sigan siendo los más apreciados de Madrid, una ciudad, como todos bien sabemos, con muchos y buenos obradores.
Nadie que viva en la capital debe dejar de conocer este lugar que es, más que una pastelería, parte de la historia y las costumbres de nuestra ciudad.
San Onofre,
28004 Madrid
Teléfono:
Metro: Gran Vía
La pastelería de Daniel Guerrero abrió sus puertas en 1972 en esta pequeña calle, entre Fuencarral y Valverde, muy próxima a la Gran Vía y hoy ya cuenta con siete tiendas en Madrid (y una en Japón), aunque la original, sigue siendo la abanderada del grupo.
Daniel se quedó con el local de la vieja pastelería "El Buen Gusto", que apareciera en la novela Fortunata y Jacinta, de Pérez Galdós, vecino, por cierto, del barrio.
Roscón de Reyes - Horno de San Onofre |
Gran fama alcanzó su tarta de Santiago, pero no le van a la zaga los demás postres y dulces que allí se elaboran, como mazapanes, turrones, pasteles...
También son dignos de destacar sus buenos panes artesanos, su bollería y sus muy vistosos árboles de chocolate.
Verdadera tentación para quienes, agotados tras un intenso día de compras en la calle de Fuencarral, buscan una dulce recompensa para recuperar, de la mejor forma posible, las mermadas energías...
Caramelos de violeta |
Muchas más son las excelentes confiterías, pastelerías y bombonerías de Madrid, tantas que no sería posible nombrarlas a todas. Algunas de ellas destacan, en especial, por un producto singular, como los pasteles de limón de Embassy, las ensaimadas de Formentor, las tartas de frambuesa de La Húngara, los bombones de Santa...
Madrid también tiene una historia dulce, sí. Los golosos están de enhorabuena.
Aquí hay unos cuantos más ;)
ResponderEliminarhttp://entre-pintxos.blogspot.com.es/2012/05/para-comerlos-con-los-ojos-meriendas-en.html
Quizás con inferior nivel de calidad que los que incluyes, he echado de menos La Mallorquina, junto con Casa Diego, el único establecimiento tradicional que queda en la Puerta del Sol.
ResponderEliminarFundada en 1894, en sus orígenes fue uno de los salones más elegantes de Madrid. Con el tiempo, debido a la avalancha de transeúntes de la Puerta del Sol, el local se ha popularizado. Pero continúa siendo una excelente pastelería.
Moulin Chocolat (Calle de Alcalá, 77) es para mi la mejor, seguido de Pomme Sucre (Calle Barquillo, 49), y Lhardy (Carrera de San Jerónimo, 8) tampoco está nada mal, de hecho el Chef de Moulin Chocolat trabajó en Lhardy.
ResponderEliminarCierto es que el croissant de Lhardy es un poco "raro", porque no es como los convencionales, a mi me recuerda mas a los panes chinos, pero igualmente riquísimo.
De Moulin, el kui aman, las caracolas, los canelles, la crema de avellana para untar y un sinfín de delicias.
De Pomme Sucre, el milhojas con crema chantilly aunque los otro milhojas tambien están muy buenos. Los croissants tambien son dignos de mención.
Aun así, parece que Pomme Sucre lo hace todo mas pequeño y tiene menos en stock en comparación con Moulin. Pero, hey, tiene el titulo al mejor repostero de España...
Se podría incluir también Lardhy...
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