Está fuera de los circuitos habituales de los museos parisinos y, sin embargo, tiene entre su magnífica colección una de las obras más relevantes de la pintura: Impression soleil levant.
Un cuadro de Monet, pintado en 1872, que es, ni más ni menos, el que dio nombre a uno de los movimientos pictóricos más importantes de la historia, el impresionismo.
Impression soleil levant (Monet) |
El museo está situado en un tranquilo y residencial barrio de París, junto a unos bonitos jardines del distrito XVI, próximo al bosque de Boulogne y al hipódromo de Auteuil.
Un antiguo pabellón de caza que fuera propiedad del Duque de Valmy da cobijo a este extraordinario museo, que es depositario de la mayor colección de cuadros de Monet, ya que cuenta con un total de sesenta y seis obras del gran pintor francés.
El pabellón fue adquirido, a finales del siglo XIX por Jules Marmottan y fueron él y su hijo Paul quienes lo convirtieron en un anticipo de lo que hoy es, gracias a su enorme afición por el arte.
Gauguin |
El museo Marmottan incluye magníficas obras de Monet, como ya hemos dicho, pero es mucho más que eso, ya que guarda piezas notables de colecciones de pintores primitivos, un buen número de manuscritos medievales iluminados de gran valor, así como muebles y objetos de estilo imperio, entre las que no faltan unos cuantos que pertenecieron a Napoleón.
Pese a toda esta notable riqueza artística, es la obra de los impresionistas que en él se conserva lo que más atrae a los visitantes (que, afortunadamente, son muy escasos en comparación con otros museos de la capital del Sena).
Degas, Manet, Gauguin, Berthe Morisot, Pisarro, Renoir, Rodin y Sisley, entre otros, acompañan a Monet en una sucesión de belleza impresionista, difícil de reunir bajo un mismo techo.
Berthe Morisot |
También es excepcional la colección de Berthe Morisot, la mayor que se conserva de esta gran pintora en museo alguno, pues son nada menos que ochenta las pinturas de esta gran artista, casada con el hermano menor de Manet, cuya obra la sitúa como la pintora impresionista más notable de la historia.
Y no debemos dejar de ver, cuando lo visitemos, sus exposiciones temporales, muy buenas casi siempre. A mí me gustó especialmente la titulada con el nombre de su gran joya: 'Impression soleil levant', pero todas las programadas por el Marmottan son atractivas y no hay que perdérselas.
Pissarro |
Sín duda, se trata de uno de los museos imprescindibles de París. Y no solo para conocer mejor la trayectoria de Monet (hay cuadros de todas las etapas del artista), sino para disfrutar de los impresionistas en un entorno más relajado y ajeno a las multitudes habituales en los museos parisinos.
De regreso, un paseo por el parque, seguido de un lento recorrido por la animada y muy comercial calle de Passy, nos llevarán hasta los jardines del Trocadéro.
Y habremos completado una jornada diferente en un París menos ajetreado y más real, en el que la belleza del arte no está reñida con la vida cotidiana de uno de mis barrios favoritos de la capital francesa.
Paseo cerca de Argenteuil (Monet) |
Hay que conocerlo.
En la próxima primavera... o, tal vez mejor, al comienzo del otoño.
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